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“Humanismo Tecnológico. Ética e Igualdad Género en la Inteligencia Artificial”

La irrupción de la innovación y la tecnología promueve una transformación profunda que está reconfigurando la vida en el siglo XXI. La revolución tecnológica impulsa grandes avances en todos los espacios de nuestra sociedad, provocando un impacto disruptivo en la cultural, el ámbito social, la política, la economía o en el sistema de salud de la humanidad. En lugar de tratar la tecnología como neutra o sin valor, hay evidencia de que las relaciones sociales se materializan en las herramientas y las técnicas: la tecnología refleja las divisiones de género y las desigualdades. “El problema no es sólo el monopolio de la tecnología de los hombres, sino también la forma en que la masculinidad está arraigada en la misma tecnología” (Cockburn, 1985; Wajcman, 1991).[1]

Sin embargo, estos avances no se desarrollan de forma equitativa. Según el último Informe de la UNESCO[2] tres millones de personas siguen sin tener conexión a Internet, la mayoría de ellas mujeres y niñas. Las mujeres también sufren un retraso con respecto a los hombres en lo que se refiere al uso efectivo de la tecnología, al ser esta una capacidad que interactúa con otras dimensiones de la discriminación, como la educación y el déficit de competencias, y la reducción de la autonomía. A medida que el mundo de Internet adquiere mayor importancia en la vida de las personas, la aceleración del cambio tecnológico aumenta el riesgo de que esas desigualdades se afiancen.

La igualdad es la llave para alcanzar sociedades justas y sostenibles

«Hemos avanzado más en la descripción de los problemas que en la resolución de estos. El principal reto actualmente son las resistencias a la igualdad de género. Hay resistencias individuales y también institucionales.» Cecilia Castaño, experta en Tecnología y Género. Catedrática de Economía Aplicada y codirectora del Máster sobre Igualdad de Género en Ciencias Sociales de la UCM.

Al mismo tiempo, las sociedades modernas enfrentan otro gran desafío, humanizar la tecnología para que respete la ética, la integridad y la privacidad y esté al servicio de las personas. Como consecuencia de una mayor preocupación sobre el impacto de la tecnología en nuestras vidas y si ésta realmente está al servicio de las personas, en la última década ha tomado fuerza el concepto de “Humanismo tecnológico”. Se define como la filosofía o corriente ideológica centrada en la intersección entre la ética y la innovación tecnológica.

En ese sentido, defiende el uso responsable de la tecnología innovadora al servicio de la sociedad, y promueve la innovación dentro de unos cauces éticos que velen por el desarrollo del ser humano.

Humanismo tecnológico, palanca de innovación para la Igualdad de género.

El Humanismo tecnológico, como filosofía de transformación e intersección entre ética e innovación ha de incluir la transversalidad de realidades, opiniones, y visiones de las mujeres. Es imperativo evitar que las mujeres sean excluidas o ignoradas en la construcción del mundo del presente con vistas al futuro, a través de la tecnológica. Debemos integrar la perspectiva de género en los objetivos que plantea el humanismo tecnológico para promover un mundo más igualitario, sin sesgos de género:

La primera meta es eliminar la brecha digital de género: Todavía, en la actualidad, hombres y mujeres no tienen las mismas oportunidades a la hora de desarrollar las habilidades digitales necesarias para desenvolverse plenamente en la sociedad de la información. Para combatirla, es necesario ofrecer a toda la sociedad la posibilidad de formarse en las nuevas tecnologías, especialmente a niñas, jóvenes y mujeres profesionales. La brecha de género debe ser prioridad ante el avance de la Inteligencia Artificial[3].

Sin privacidad se presentan fallas en nuestro derecho a la intimidad. Garantizar la intimidad de las personas usuarias es otro de los objetivos más urgentes de la agenda del Humanismo tecnológico: La cesión de los datos privados en Internet es un reto de gran envergadura. Se requiere una regulación estricta para velar por la privacidad y asegurarse de que los datos no se utilizan sin el consentimiento de las personas.

Promover un cambio cultural hacia un uso ético de la nueva tecnología: Innovaciones como los algoritmos de aprendizaje automático todavía están por regular. Las empresas que poseen la capacidad de recoger, interpretar y utilizar los datos de las personas usuarias tienen un poder que debe ser limitado por los poderes públicos.

Buscar soluciones sostenibles: El progreso científico y tecnológico deja huella en el medio ambiente. Es imprescindible que las soluciones tecnológicas sean también sostenibles y energéticamente eficientes, para minimizar el impacto sobre el medio ambiente.

La importancia de la Ética en la creación de Inteligencia Artificial.

“El mundo necesita reglas para que la inteligencia artificial beneficie a la humanidad. La Recomendación sobre la ética de la IA es una respuesta importante. Establece el primer marco normativo mundial, al tiempo que otorga a los Estados la responsabilidad de aplicarlo a su nivel.” Audrey Azoulay, directora General de la UNESCO

La Inteligencia artificial en el contexto de las ciencias de la computación, es el conjunto de sistemas o combinación de algoritmos, cuyo propósito es crear máquinas que imitan la inteligencia humana para realizar tareas y pueden mejorar conforme la información que recopilan. La inteligencia artificial tiene como finalidad mejorar significativamente las capacidades y contribuciones humanas. El nombre lo acuñó en 1956 el informático John McCarthy, en la Conferencia de Dartmouth.

La tecnología no es ni neutral ni inevitable. Existen algoritmos con sesgos de género y otros racistas, y las personas que diseñan los sistemas tienen que estar formadas en las consecuencias éticas y sociales de la creación de IA. Si alimentamos un algoritmo con sesgos de género, entonces los resultados que nos ofrecerá estarán también parcialmente sesgados. El problema pues, no es la información que contiene un algoritmo, sino cómo se ha programado para que filtre y haga correlaciones.

“La tecnología no es neutra, no lleva implícita la transgresión del estatus quo establecido, sino que lo refuerza, por lo que es necesario su análisis tanto en el diseño como en su utilización” Judy Wacjman, profesora de la London School of Economic.

La ética en la Inteligencia Artificial debe garantizar que los algoritmos de los que está compuesta no reproducen ningún tipo de sesgos ni de género, ni racista y no perpetúa las distintas formas de discriminación o desigualdades. Del mismo modo que no deben socavar los derechos humanos de las mujeres.

Es tanta la preocupación y la importancia de construir una IA ética que los Estados miembros de la UNESCO han adoptado el primer acuerdo mundial sobre la Ética de la IA[4]. En noviembre de 2021, los 193 Estados miembros de la Conferencia General de la UNESCO adoptaron la Recomendación sobre la Ética de la Inteligencia Artificial, el primer instrumento normativo mundial sobre el tema. No solo protegerá, sino que también promoverá los derechos y la dignidad humanos, y será una guía ética y una base normativa global que permitirá construir un sólido respeto por el estado de derecho en el mundo digital.

Asimismo, el Parlamento Europeo aprobó este mes de junio un proyecto de ley para regular la inteligencia artificial con amplio apoyo. La ley de IA de la UE prohibirá sistemas de IA que representen un «riesgo inaceptable» para la seguridad y los derechos humanos. Esta regulación también busca abordar preocupaciones de sesgo y discriminación.

Artículo de María Freiría, consultora en Comunicación. 

[1] Feminist theories of technology.

[2] Inteligencia e Igualdad de Género. Informe UNESCO.

[3] Hacia una Inteligencia Artificial (IA) que acote las desigualdades.

[4] Recomendación sobre la Ética de la Inteligencia Artificial. UNESCO


Estrategia Europea para la Igualdad de Género

 

Avances y principales ámbitos de actuación.

La Estrategia Europea para la Igualdad de Género responde al compromiso de la Comisión Von der Leyen de conseguir una Unión de la Igualdad. La Estrategia presenta actuaciones y objetivos políticos para avanzar de forma sustancial hacia una Europa con mayor igualdad de género de aquí a 2025. La meta es una Unión en la que las mujeres, los hombres, los niños y las niñas, en toda su diversidad, dispongan de libertad para seguir el camino que elijan en la vida, gocen de las mismas oportunidades para prosperar y puedan conformar y dirigir por igual la sociedad europea en la que vivimos.

Los objetivos fundamentales son poner fin a la violencia de género, combatir los estereotipos de género, colmar las brechas de género en el mercado de trabajo, lograr la participación en pie de igualdad en los distintos sectores de la economía, abordar la brecha salarial y de pensiones entre hombres y mujeres, reducir la brecha de género en las responsabilidades asistenciales y alcanzar el equilibrio entre mujeres y hombres en la toma de decisiones y la actividad política. La Estrategia adopta un planteamiento dual de integración de la perspectiva de género combinada con actuaciones específicas y descansa en la interseccionalidad como principio horizontal para su aplicación. Aunque la Estrategia se centra en la actuación dentro de la UE, es acorde con la política exterior de la UE en materia de igualdad de género y empoderamiento de las mujeres.

Entre los primeros resultados de la Estrategia, la Comisión propuso el 4 de marzo de 2021 medidas vinculantes de transparencia salarial.

Informe anual sobre Igualdad de género. 

https://commission.europa.eu/strategy-and-policy/policies/justice-and-fundamental-rights/gender-equality/gender-equality-strategy_es#informe-anual-sobre-la-igualdad-de-g%C3%A9nero

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