Segueix l’actualitat del Distintiu SGCITY50

La Asociación Forgender Seal y la Plataforma Unitaria contra las violencias de género lanzan el Índice de calidad Social, de Género y Diversidad IQSGD, del ámbito educativo.

Se trata de la primera herramienta de certificación de país que reconoce y motiva los esfuerzos de la dirección y del equipo docente con la igualdad de trato y oportunidades, tanto en la gestión del mismo centro como con la capacidad de hacer crecer el apoderamiento individual y colectivo del alumnado.

El índice evalúa, por un lado, la gobernabilidad y gestión interna de centro y de la otra, las metodologías y programas aplicados en el desarrollo educativo de centro. Pose a disposición de la dirección, del equipo docente y del alumnado indicadores de mejora en la gestión y en el desarrollo de programas educativos mejorante y favoreciendo la incorporación de la perspectiva de derechos humanos, género y diversidad. El resultado de la evaluación puede dar lugar a la obtención del Distintivo Violeta del ámbito educativo.


Era negra, pobre y mujer en el Kentucky de los 50. Bello hooks parecía condenada. Pero luchó por ella y por todos los oprimidos. Porque, como dice su libro, ‘El feminismo es para todo el mundo’.

Su verdadero nombre es Gloria Jean Watkins, pero entrará en los libros de historia como bello hooks, así, en minúsculas, que es como pretende pasar ella por la vida porque el que destaque no sea su figura, sino sus ideas. Y cuando entre en estos libros durante tanto de tiempos vetados a las mujeres habrá conseguido un triunfo mayúsculo, porque su lucha feminista no será teoría: será resultados.

Gloria Jean Watkins nació en un pequeño pueblo de Kentucky, Hopkinsville, en 1952. Media docena de hermanos (cinco chicas y un chico), un padre con un ajustado sueldo de vigilante, una madre ama de casa y una experiencia poco agradable en un instituto integrado plagadito de blancos (después del paso por una escuela segregada) le hicieron tomar conciencia que el lugar que le había sido asignado en el mundo no le iba a posar las cosas fáciles: negra, pobre y además mujer. Si en casos como el suyo la orden de los factores altera o no el producto es una cosa sobre la cual Gloria Jean, doctorada en Lengua Inglesa con una tesis sobre Toni Morrison, continúa reflexionando y, armada (y anclada) con el bagaje de bello hooks, escribiendo.

Porque bello hooks es un alias y una arma. Resulta de la combinación de las letras de los nombres y apellidos de su madre y su abuela, y la posiciona en el mundo y le da una perspectiva de análisis fundamental en su obra: la vivencia.

GRITO CONTRA La OPRESIÓN
Casi dos décadas habían pasado desde la primera vez que hooks publicó un libro teorizando sobre la triple segregación -de raza, de clase y de género- que había sufrido en sus carnes (‘Ain’t Y a woman? Black woman and Feminism’, de 1981) cuando apareció en los Estados Unidos la obra que, 17 años más tarde (17 años más tarde!), se acaba de publicar en castellano: ‘El feminismo es para todo el mundo’, 19 capítulos que abordan cuestiones como mujer y ocupación, raza y género, el matrimonio y las relaciones de pareja, la educación feminista, la imposición de los cánones de belleza o la masculinidad feminista. Un libro con dos objetivos fundamentales: eliminar prejuicios en torno al feminismo y sacarlo de la academia para hacerlo llegar a las mujeres de la calle, puesto que hasta entonces parecía una lucha exclusiva de las mujeres blancas burguesas, que rechazaban incluir el componente racial y el de clase en su reivindicación, porque creían que la descafeinaba.

no solo a ellas. El título del libro hacía (hace) un llamamiento claro: el feminismo es un grito contra la opresión, y los hombres tienen que conocer y secundar este movimiento no solo porque los hará tomar conciencia de su responsabilidad en el sexismo, sino también porque ellos mismos son víctimas del sistema. Hooks no se cansa de repetir que la lucha tiene que ser conjunta porque el enemigo de la mujer no es el hombre, sino el patriarcado, del yugo del cual él tampoco escapa.

¿REFORMISTAS O RADICALES?
La mirada de hooks se posa también sobre el propio movimiento: sobre la forma en que algunas mujeres perpetúan el machismo, sobre la necesidad de detectar -y comprender y denunciar- qué otras discriminaciones se superponen a la de ser mujer, sobre la diferencia entre las feministas reformistas, las que solo aspiran a conseguir las cotas de poder de los hombres, y las radicales, las que tienen claro que «nunca conseguirán la igualdad dentro del patriarcado supremacista blanco existente», escribe el activista. Las que no propugnan un feminismo antihombres, sino antiinjusticias. Curiosamente, las que suelen llevarse, hoy y aquí, el apelativo ‘feminazis’. Las que más miedo dan al sistema. Os suena, no?

Porque el libro de hooks no solo habla del que pasaba en los Estados Unidos hace 50 años: por desgracia, hace 20 años estaba hablando de hoy. No de allí, entonces, con ellas. De aquí, ahora, con todos.

Font: El Periódico de Cataluña

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Artículo de Esther Pino Jimenez, experta en derechos humanos, cooperación, género y política de Igualdad, es secretaria de la Junta Directiva de Forgender Seal

El plan de igualdad de políticas públicas es un instrumento diseñado para ayudar a las administraciones locales a incorporar la perspectiva de género de manera transversal en todos los sectores y ámbitos de actividad en los que el municipio tiene competencias. Por este motivo, es recomendable su elaboración y aplicación para todos los ayuntamientos que hayan hecho una apuesta para promover la igualdad de género en sus territorios.

Pero ¿qué aporta este plan?, ¿cuál es su contenido y qué beneficios proporciona?  Existen una serie de variables que atraviesan de forma transversal todas las políticas sociales, económicas, culturales y de cualquier otro tipo. Identificarlas nos permite testar si nuestro plan será efectivo a la hora de acometer los desafíos que presenta nuestro municipio.

En primer lugar, debe contar con un diagnóstico que permita conocer en profundidad el territorio y las necesidades y capacidades de sus habitantes, tomando en cuenta la diversidad de la población. Para profundizar en este conocimiento, aparte de recopilar datos económicos y sociodemográficos de carácter general, es muy importante contar con datos desagregados por sexo y también tomar en cuenta indicadores que permitan documentar las interseccionalidades. Disponer de estos indicadores facilitará al gobierno local un mapa certero de las potenciales discriminaciones que se pueden derivar del cruce de identidades y problemáticas específicas, especialmente cuando afectan a colectivos que se encuentran en un mayor riesgo de exclusión.

Estos datos, además, han de ser públicos y transparentes de forma que se puedan monitorizar por otros agentes sociales y por las organizaciones de mujeres. Es recomendable, asimismo, realizar informes de impacto de género exante y expost a la aplicación de las políticas locales, de manera que, en el primer caso, se puedan corregir los impactos negativos identificados antes de que lleguen a producirse y, en el segundo extraer las buenas prácticas y áreas de mejora para el desarrollo de futuras políticas.

Conocer el territorio implica también haber documentado cuáles son las pautas culturales, religiosas y sociales persistentes en el municipio que contribuyen a perpetuar los estereotipos y discriminaciones de género o que pueden ser potenciadores de conductas violentas hacia las mujeres. Al identificarlas previamente, se podrán prever acciones eficaces para combatirlas.

Si el conocimiento en detalle del territorio es una pieza clave para impulsar y sostener políticas con perspectiva de género, fortalecer las capacidades internas del ayuntamiento constituye otro de los pilares que van a permitir la coherencia y sostenibilidad de dichas políticas. La formación en perspectiva de género continua y aplicada a los diversos ámbitos de actividad y áreas funcionales del ayuntamiento es imprescindible a la hora de elaborar las estrategias y diseñar los procedimientos que van a permitir la aplicación efectiva y la evaluación posterior de los planes, programas y las políticas locales.

Otra de las variables estratégicas a la hora de elaborar un plan de igualdad de políticas públicas consiste en la elaboración de presupuestos sensibles al género. Lo que no se presupuesta no existe y lo que no se visibiliza en el presupuesto, difícilmente contará con los recursos necesarios para poder ejecutar la voluntad política. Los presupuestos sensibles al género deben tomar en cuenta, no solo la existencia de partidas específicas orientadas a promover la igualdad de oportunidades y la no discriminación, sino que se ha de contemplar el impacto, tanto positivo como negativo, que las partidas y medidas incluidas en el presupuesto tendrán sobre las mujeres y los hombres. La fiscalidad, los incentivos económicos, los servicios sociales priorizados o las inversiones urbanísticas, por poner algunos ejemplos, no son neutras al género, por lo que es necesario mirar con la lupa violeta todas las partidas para asegurar que todas ellas tendrán un impacto positivo sobre las mujeres y, en su caso, incorporarán medidas correctoras de las desigualdades identificadas.

Lograr la igualdad efectiva requiere garantizar la autonomía e independencia económica de las mujeres, por lo que impulsar políticas de fomento del empleo femenino, facilitar el emprendimiento liderado por mujeres y potenciar prácticas en las empresas encaminadas a combatir las desigualdades en el ámbito económico ha de ser uno de los ejes vertebradores del plan.

Por otra parte, a la hora de elaborar un plan de igualdad de políticas públicas locales, es imprescindible contar con la participación de los agentes sociales en general y de las organizaciones de mujeres y feministas en particular. Si de verdad queremos lograr efectos positivos sobre las mujeres a través de las políticas locales, debemos contar con la opinión, la experiencia y las capacidades de las mujeres y cederles protagonismo y liderazgo en su aplicación y evaluación. Al mismo tiempo, el gobierno local puede apoyar y promover el asociacionismo femenino para favorecer su empoderamiento y su participación en la agenda local.

No obstante, todo lo anterior no logrará un impacto verdaderamente positivo sobre las mujeres si el gobierno local no hace una apuesta firme y decidida en la lucha contra las violencias de género en sus diferentes manifestaciones. Para ello, es necesario extremar la coordinación y cooperación con otras administraciones y actuar de forma integral con todas las áreas del ayuntamiento que puedan ejercer un rol para garantizar un entorno seguro para las mujeres: sanidad, fuerzas de seguridad, comunicación, políticas sociales de asistencia y atención a las mujeres que padecen o han padecido violencia de género.

Por último, y especialmente relevante en la era post COVID-19, el gobierno local ha de contemplar en sus planes de políticas públicas los cuidados como una parte central de su intervención y asumir un liderazgo en la transformación y adecuación de los cuidados, garantizando la corresponsabildad entre la administración, el sector privado y las organizaciones sociales y promoviendo una cultura de apoyo y revalorización del cuidado como base para construir una comunidad más igualitaria y más segura.


El Observatorio Nacional de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información (ONTSI) publica el dosier de indicadores de la Sociedad Digital por Género en España y los países de la Unión Europea (UE).

La perspectiva de género permite introducir una lectura relacional de la posición que ocupan mujeres y hombres en la transformación digital, evidenciando o visualizando la desigualdad

El dosier contiene los indicadores más relevantes relativos a la transformación digital en lo que tiene que ver con el acceso y uso de servicios de Internet, las habilidades digitales, formación en tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), la confianza en el ámbito digital, el comercio electrónico, la administración electrónica y el uso de Internet relacionado con la sanidad.

También incluye indicadores relativos a la brecha digital de género en mercado laboral TIC. La perspectiva de género permite introducir una lectura relacional de la posición que ocupan mujeres y hombres en la transformación digital, evidenciando o visualizando la desigualdad. En líneas general, los datos reflejan la tendencia de los últimos seis años de reducción de la distancia de género en la mayor parte de los indicadores relacionados con la transformación digital, tanto en España como en Europa, excepto en ciertos colectivos concretos. En los que respecta al acceso a Internet, en 2019 el 88% de las españolas usaban regularmente Internet, frente al 84% de las europeas.

Además, por primer año la proporción de mujeres que usan regularmente Internet supera al de los hombres en España. También es significativo que se reduce la proporción de mujeres que nunca han usado Internet, pasando del 13% en 2018 al 8% en 2019. La reducción que se ha producido en los últimos 6 años ha sido significativa, de 15 puntos porcentuales, mejorando incluso la que se produce entre los hombres, que ha sido de 13 puntos porcentuales (Eurostat, 2020). En cuanto al uso que hacen las mujeres de los servicios de Internet, en España es mayor la proporción de mujeres que de hombres en el uso de Internet para ciertas actividades relacionadas con la salud, la formación, la comunicación y el empleo. Así, la diferencia entre mujeres y hombres en el uso de Internet para buscar información sobre salud es de 10 puntos porcentuales.

De la misma forma, es mayor el uso que hacen de Internet las mujeres para participar en redes sociales (5 pp), para comunicarse con instructores o estudiantes mediante portales / portales educativos (3 pp), para cargar contenido de creación propia en cualquier sitio web para compartir (2 pp), para hacer llamadas o videollamadas (2 pp), para hacer uso de mensajería electrónica (-2), para búsqueda de empleo o envío de una solicitud (2 pp) y en general para cualquier tipo de actividades de aprendizaje (2 pp). En cambio, los hombres usan más Internet que las mujeres para informarse, para comprar o vender por Internet, para la participación cívica o política, las actividades financieras y para escuchar música. Analizando el uso de las actividades de Internet por edades, en el segmento de edad de 16 a 24 la distancia entre hombres y mujeres es pequeña en la mayor parte de las actividades de Internet, excepto en la búsqueda de información para salud y en llamadas o videollamadas, en las que la proporción de mujeres que realizan estas actividades es superior a la de los hombres en 10 y 9 pp respectivamente.

Sin embargo, en el segmento de edad de 25 a 54 años, la proporción de mujeres es superior a la de los hombres en 14 de las 18 actividades de Internet analizadas. Este comportamiento cambia radicalmente en el segmento de 55 a 74 años, en el que los hombres hacen un uso de Internet más activo en 13 de estas 18 actividades. En cuanto al uso de servicios de Internet por nivel educativo, en el caso del segmento de nivel educativo alto, el patrón es prácticamente el mismo que se da en el caso del conjunto de hombres y mujeres. En el caso de nivel educativo medio, en la mayor parte de las actividades de Internet la proporción de mujeres es superior a la de los hombres. Sin embargo, en el nivel educativo bajo la distancia de género se acentúa, las mujeres solo usan más los servicios de Internet que los hombres en dos servicios, los relacionados con la búsqueda de información de salud y comunicarse con instructores o estudiantes mediante portales / portales educativos.

Otro de los indicadores analizados en el dossier tiene que ver con las habilidades digitales. En 2019, la proporción de hombres con habilidades digitales básicas o por encima de las básicas era 3 puntos porcentuales mayor que la de las mujeres. Sin embargo, esta proporción era mayor en el caso de las mujeres de 16 a 24 y las mujeres de 25 a 54 años, siendo esta de 2 puntos porcentuales en ambos casos. En cambio, la brecha de género es significativamente más grande en el caso de las personas de 55 a 74, la proporción de hombres con estas habilidades supera en 11 puntos porcentuales a las de las mujeres. Por nivel educativo, es mayor la proporción de hombres con estas habilidades que las mujeres para todos los niveles educativos, siendo más acentuado en el caso de las mujeres de bajo nivel educativo, en el que la distancia es de 7 puntos porcentuales. Cabe reseñar que de 2015 a 2019 se ha reducido la distancia de género en 3 puntos porcentuales entre hombres y mujeres con estas habilidades digitales.

Indicadores de la Sociedad Digital por género (marzo 2020)

Respecto a los servicios de administración electrónica, 2019 es el primer año en el que la proporción de mujeres que se relacionan por Internet con las administraciones públicas para enviar formularios cumplimentados supera a la de los hombres. La distancia de género en este indicador se ha reducido paulatinamente en los últimos seis años, pasando de 3 puntos porcentuales en 2014 entre hombres y mujeres a 1 punto porcentual a favor de las mujeres en 2019.

En cuanto al capital humano, en España 13 de cada mil habitantes de 20 a 29 años eran mujeres graduadas en STEM (acrónimo en inglés de Science, Technology, Engineering y Mathematics) en 2016. Este valor es muy inferior a de los hombres, que se sitúa en los 30 hombres por cada 1000 habitantes de 20 a 29 años. También es ligeramente inferior a la media de los países de la UE28, una décima, posicionándose en el puesto 10 de las 26 economías europeas analizadas.

Este déficit de graduadas STEM entre las mujeres tiene su reflejo en la proporción de mujeres especialistas TIC en las empresas. En general, la proporción de empresas que utilizan especialistas TIC es baja.

En España, en 2019 este porcentaje es del 17% y en Europa del 20%. Aunque algo menos de la mitad de estas empresas (42%) emplean mujeres especialistas TIC, solo en un porcentaje muy pequeño (9%) al menos la mitad de los especialistas son mujeres (INE 2018). Otro aspecto que se analiza en el dosier es el empleo y las ocupaciones en el sector TIC, y de los Medios y Servicios Audiovisuales. En 2018, el 34,6% del personal ocupado en estos sectores eran mujeres, proporción ligeramente inferior a la que se produjo en 2017 (35,2%). Por sectores, tres de cada cuatro mujeres trabajan en el 1 Ultimo año con información disponible sector de servicios TIC.

Le sigue en importancia el sector de los Medios y Servicios Audiovisuales (20,8%) y el de Fabricación TIC (4,2%). En cuanto al tipo de ocupaciones que desempeñan las mujeres, la mitad de ellas (52,1%) se encuentran en la categoría de técnicos profesionales de nivel medio. Le siguen en importancia la categoría de resto (21,9%), la de apoyo (14,9%), y la de profesionales científicos e intelectuales (8,3%). Solo el 2,8% de las mujeres ocupan posiciones directivas.

Por categorías profesionales, la proporción de mujeres directivas es muy inferior a la de los hombres, el 6% frente al 94% de los hombres. Por sectores, en el sector de Fabricación TIC la proporción de mujeres es solo del 1,3%, y en la de servicios TIC es del 4,9%. Sin embargo, en el sector de los Medios y Servicios Audiovisuales esta proporción es mayor, de un 11,6%. Puede consultar todos los datos del del dosier de Indicadores de

Descágate el Dossier de La Sociedad Digital por género en el siguiente enlace. https://city50.distintiudegenere.cat/wp-content/uploads/2020/07/DossierIndicadoresSociedadDigitalGéneroMarzo2020_0.pdf