Author Archives: Emili Cardiel

La Asociación Forgender Seal y la Plataforma Unitaria contra las violencias de género lanzan el Índice de calidad Social, de Género y Diversidad IQSGD, del ámbito educativo.

Se trata de la primera herramienta de certificación de país que reconoce y motiva los esfuerzos de la dirección y del equipo docente con la igualdad de trato y oportunidades, tanto en la gestión del mismo centro como con la capacidad de hacer crecer el apoderamiento individual y colectivo del alumnado.

El índice evalúa, por un lado, la gobernabilidad y gestión interna de centro y de la otra, las metodologías y programas aplicados en el desarrollo educativo de centro. Pose a disposición de la dirección, del equipo docente y del alumnado indicadores de mejora en la gestión y en el desarrollo de programas educativos mejorante y favoreciendo la incorporación de la perspectiva de derechos humanos, género y diversidad. El resultado de la evaluación puede dar lugar a la obtención del Distintivo Violeta del ámbito educativo.


Era negra, pobre y mujer en el Kentucky de los 50. Bello hooks parecía condenada. Pero luchó por ella y por todos los oprimidos. Porque, como dice su libro, ‘El feminismo es para todo el mundo’.

Su verdadero nombre es Gloria Jean Watkins, pero entrará en los libros de historia como bello hooks, así, en minúsculas, que es como pretende pasar ella por la vida porque el que destaque no sea su figura, sino sus ideas. Y cuando entre en estos libros durante tanto de tiempos vetados a las mujeres habrá conseguido un triunfo mayúsculo, porque su lucha feminista no será teoría: será resultados.

Gloria Jean Watkins nació en un pequeño pueblo de Kentucky, Hopkinsville, en 1952. Media docena de hermanos (cinco chicas y un chico), un padre con un ajustado sueldo de vigilante, una madre ama de casa y una experiencia poco agradable en un instituto integrado plagadito de blancos (después del paso por una escuela segregada) le hicieron tomar conciencia que el lugar que le había sido asignado en el mundo no le iba a posar las cosas fáciles: negra, pobre y además mujer. Si en casos como el suyo la orden de los factores altera o no el producto es una cosa sobre la cual Gloria Jean, doctorada en Lengua Inglesa con una tesis sobre Toni Morrison, continúa reflexionando y, armada (y anclada) con el bagaje de bello hooks, escribiendo.

Porque bello hooks es un alias y una arma. Resulta de la combinación de las letras de los nombres y apellidos de su madre y su abuela, y la posiciona en el mundo y le da una perspectiva de análisis fundamental en su obra: la vivencia.

GRITO CONTRA La OPRESIÓN
Casi dos décadas habían pasado desde la primera vez que hooks publicó un libro teorizando sobre la triple segregación -de raza, de clase y de género- que había sufrido en sus carnes (‘Ain’t Y a woman? Black woman and Feminism’, de 1981) cuando apareció en los Estados Unidos la obra que, 17 años más tarde (17 años más tarde!), se acaba de publicar en castellano: ‘El feminismo es para todo el mundo’, 19 capítulos que abordan cuestiones como mujer y ocupación, raza y género, el matrimonio y las relaciones de pareja, la educación feminista, la imposición de los cánones de belleza o la masculinidad feminista. Un libro con dos objetivos fundamentales: eliminar prejuicios en torno al feminismo y sacarlo de la academia para hacerlo llegar a las mujeres de la calle, puesto que hasta entonces parecía una lucha exclusiva de las mujeres blancas burguesas, que rechazaban incluir el componente racial y el de clase en su reivindicación, porque creían que la descafeinaba.

no solo a ellas. El título del libro hacía (hace) un llamamiento claro: el feminismo es un grito contra la opresión, y los hombres tienen que conocer y secundar este movimiento no solo porque los hará tomar conciencia de su responsabilidad en el sexismo, sino también porque ellos mismos son víctimas del sistema. Hooks no se cansa de repetir que la lucha tiene que ser conjunta porque el enemigo de la mujer no es el hombre, sino el patriarcado, del yugo del cual él tampoco escapa.

¿REFORMISTAS O RADICALES?
La mirada de hooks se posa también sobre el propio movimiento: sobre la forma en que algunas mujeres perpetúan el machismo, sobre la necesidad de detectar -y comprender y denunciar- qué otras discriminaciones se superponen a la de ser mujer, sobre la diferencia entre las feministas reformistas, las que solo aspiran a conseguir las cotas de poder de los hombres, y las radicales, las que tienen claro que «nunca conseguirán la igualdad dentro del patriarcado supremacista blanco existente», escribe el activista. Las que no propugnan un feminismo antihombres, sino antiinjusticias. Curiosamente, las que suelen llevarse, hoy y aquí, el apelativo ‘feminazis’. Las que más miedo dan al sistema. Os suena, no?

Porque el libro de hooks no solo habla del que pasaba en los Estados Unidos hace 50 años: por desgracia, hace 20 años estaba hablando de hoy. No de allí, entonces, con ellas. De aquí, ahora, con todos.

Font: El Periódico de Cataluña

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Artículo de Esther Pino Jimenez, experta en derechos humanos, cooperación, género y política de Igualdad, es secretaria de la Junta Directiva de Forgender Seal

El plan de igualdad de políticas públicas es un instrumento diseñado para ayudar a las administraciones locales a incorporar la perspectiva de género de manera transversal en todos los sectores y ámbitos de actividad en los que el municipio tiene competencias. Por este motivo, es recomendable su elaboración y aplicación para todos los ayuntamientos que hayan hecho una apuesta para promover la igualdad de género en sus territorios.

Pero ¿qué aporta este plan?, ¿cuál es su contenido y qué beneficios proporciona?  Existen una serie de variables que atraviesan de forma transversal todas las políticas sociales, económicas, culturales y de cualquier otro tipo. Identificarlas nos permite testar si nuestro plan será efectivo a la hora de acometer los desafíos que presenta nuestro municipio.

En primer lugar, debe contar con un diagnóstico que permita conocer en profundidad el territorio y las necesidades y capacidades de sus habitantes, tomando en cuenta la diversidad de la población. Para profundizar en este conocimiento, aparte de recopilar datos económicos y sociodemográficos de carácter general, es muy importante contar con datos desagregados por sexo y también tomar en cuenta indicadores que permitan documentar las interseccionalidades. Disponer de estos indicadores facilitará al gobierno local un mapa certero de las potenciales discriminaciones que se pueden derivar del cruce de identidades y problemáticas específicas, especialmente cuando afectan a colectivos que se encuentran en un mayor riesgo de exclusión.

Estos datos, además, han de ser públicos y transparentes de forma que se puedan monitorizar por otros agentes sociales y por las organizaciones de mujeres. Es recomendable, asimismo, realizar informes de impacto de género exante y expost a la aplicación de las políticas locales, de manera que, en el primer caso, se puedan corregir los impactos negativos identificados antes de que lleguen a producirse y, en el segundo extraer las buenas prácticas y áreas de mejora para el desarrollo de futuras políticas.

Conocer el territorio implica también haber documentado cuáles son las pautas culturales, religiosas y sociales persistentes en el municipio que contribuyen a perpetuar los estereotipos y discriminaciones de género o que pueden ser potenciadores de conductas violentas hacia las mujeres. Al identificarlas previamente, se podrán prever acciones eficaces para combatirlas.

Si el conocimiento en detalle del territorio es una pieza clave para impulsar y sostener políticas con perspectiva de género, fortalecer las capacidades internas del ayuntamiento constituye otro de los pilares que van a permitir la coherencia y sostenibilidad de dichas políticas. La formación en perspectiva de género continua y aplicada a los diversos ámbitos de actividad y áreas funcionales del ayuntamiento es imprescindible a la hora de elaborar las estrategias y diseñar los procedimientos que van a permitir la aplicación efectiva y la evaluación posterior de los planes, programas y las políticas locales.

Otra de las variables estratégicas a la hora de elaborar un plan de igualdad de políticas públicas consiste en la elaboración de presupuestos sensibles al género. Lo que no se presupuesta no existe y lo que no se visibiliza en el presupuesto, difícilmente contará con los recursos necesarios para poder ejecutar la voluntad política. Los presupuestos sensibles al género deben tomar en cuenta, no solo la existencia de partidas específicas orientadas a promover la igualdad de oportunidades y la no discriminación, sino que se ha de contemplar el impacto, tanto positivo como negativo, que las partidas y medidas incluidas en el presupuesto tendrán sobre las mujeres y los hombres. La fiscalidad, los incentivos económicos, los servicios sociales priorizados o las inversiones urbanísticas, por poner algunos ejemplos, no son neutras al género, por lo que es necesario mirar con la lupa violeta todas las partidas para asegurar que todas ellas tendrán un impacto positivo sobre las mujeres y, en su caso, incorporarán medidas correctoras de las desigualdades identificadas.

Lograr la igualdad efectiva requiere garantizar la autonomía e independencia económica de las mujeres, por lo que impulsar políticas de fomento del empleo femenino, facilitar el emprendimiento liderado por mujeres y potenciar prácticas en las empresas encaminadas a combatir las desigualdades en el ámbito económico ha de ser uno de los ejes vertebradores del plan.

Por otra parte, a la hora de elaborar un plan de igualdad de políticas públicas locales, es imprescindible contar con la participación de los agentes sociales en general y de las organizaciones de mujeres y feministas en particular. Si de verdad queremos lograr efectos positivos sobre las mujeres a través de las políticas locales, debemos contar con la opinión, la experiencia y las capacidades de las mujeres y cederles protagonismo y liderazgo en su aplicación y evaluación. Al mismo tiempo, el gobierno local puede apoyar y promover el asociacionismo femenino para favorecer su empoderamiento y su participación en la agenda local.

No obstante, todo lo anterior no logrará un impacto verdaderamente positivo sobre las mujeres si el gobierno local no hace una apuesta firme y decidida en la lucha contra las violencias de género en sus diferentes manifestaciones. Para ello, es necesario extremar la coordinación y cooperación con otras administraciones y actuar de forma integral con todas las áreas del ayuntamiento que puedan ejercer un rol para garantizar un entorno seguro para las mujeres: sanidad, fuerzas de seguridad, comunicación, políticas sociales de asistencia y atención a las mujeres que padecen o han padecido violencia de género.

Por último, y especialmente relevante en la era post COVID-19, el gobierno local ha de contemplar en sus planes de políticas públicas los cuidados como una parte central de su intervención y asumir un liderazgo en la transformación y adecuación de los cuidados, garantizando la corresponsabildad entre la administración, el sector privado y las organizaciones sociales y promoviendo una cultura de apoyo y revalorización del cuidado como base para construir una comunidad más igualitaria y más segura.


El Observatorio Nacional de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información (ONTSI) publica el dosier de indicadores de la Sociedad Digital por Género en España y los países de la Unión Europea (UE).

La perspectiva de género permite introducir una lectura relacional de la posición que ocupan mujeres y hombres en la transformación digital, evidenciando o visualizando la desigualdad

El dosier contiene los indicadores más relevantes relativos a la transformación digital en lo que tiene que ver con el acceso y uso de servicios de Internet, las habilidades digitales, formación en tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), la confianza en el ámbito digital, el comercio electrónico, la administración electrónica y el uso de Internet relacionado con la sanidad.

También incluye indicadores relativos a la brecha digital de género en mercado laboral TIC. La perspectiva de género permite introducir una lectura relacional de la posición que ocupan mujeres y hombres en la transformación digital, evidenciando o visualizando la desigualdad. En líneas general, los datos reflejan la tendencia de los últimos seis años de reducción de la distancia de género en la mayor parte de los indicadores relacionados con la transformación digital, tanto en España como en Europa, excepto en ciertos colectivos concretos. En los que respecta al acceso a Internet, en 2019 el 88% de las españolas usaban regularmente Internet, frente al 84% de las europeas.

Además, por primer año la proporción de mujeres que usan regularmente Internet supera al de los hombres en España. También es significativo que se reduce la proporción de mujeres que nunca han usado Internet, pasando del 13% en 2018 al 8% en 2019. La reducción que se ha producido en los últimos 6 años ha sido significativa, de 15 puntos porcentuales, mejorando incluso la que se produce entre los hombres, que ha sido de 13 puntos porcentuales (Eurostat, 2020). En cuanto al uso que hacen las mujeres de los servicios de Internet, en España es mayor la proporción de mujeres que de hombres en el uso de Internet para ciertas actividades relacionadas con la salud, la formación, la comunicación y el empleo. Así, la diferencia entre mujeres y hombres en el uso de Internet para buscar información sobre salud es de 10 puntos porcentuales.

De la misma forma, es mayor el uso que hacen de Internet las mujeres para participar en redes sociales (5 pp), para comunicarse con instructores o estudiantes mediante portales / portales educativos (3 pp), para cargar contenido de creación propia en cualquier sitio web para compartir (2 pp), para hacer llamadas o videollamadas (2 pp), para hacer uso de mensajería electrónica (-2), para búsqueda de empleo o envío de una solicitud (2 pp) y en general para cualquier tipo de actividades de aprendizaje (2 pp). En cambio, los hombres usan más Internet que las mujeres para informarse, para comprar o vender por Internet, para la participación cívica o política, las actividades financieras y para escuchar música. Analizando el uso de las actividades de Internet por edades, en el segmento de edad de 16 a 24 la distancia entre hombres y mujeres es pequeña en la mayor parte de las actividades de Internet, excepto en la búsqueda de información para salud y en llamadas o videollamadas, en las que la proporción de mujeres que realizan estas actividades es superior a la de los hombres en 10 y 9 pp respectivamente.

Sin embargo, en el segmento de edad de 25 a 54 años, la proporción de mujeres es superior a la de los hombres en 14 de las 18 actividades de Internet analizadas. Este comportamiento cambia radicalmente en el segmento de 55 a 74 años, en el que los hombres hacen un uso de Internet más activo en 13 de estas 18 actividades. En cuanto al uso de servicios de Internet por nivel educativo, en el caso del segmento de nivel educativo alto, el patrón es prácticamente el mismo que se da en el caso del conjunto de hombres y mujeres. En el caso de nivel educativo medio, en la mayor parte de las actividades de Internet la proporción de mujeres es superior a la de los hombres. Sin embargo, en el nivel educativo bajo la distancia de género se acentúa, las mujeres solo usan más los servicios de Internet que los hombres en dos servicios, los relacionados con la búsqueda de información de salud y comunicarse con instructores o estudiantes mediante portales / portales educativos.

Otro de los indicadores analizados en el dossier tiene que ver con las habilidades digitales. En 2019, la proporción de hombres con habilidades digitales básicas o por encima de las básicas era 3 puntos porcentuales mayor que la de las mujeres. Sin embargo, esta proporción era mayor en el caso de las mujeres de 16 a 24 y las mujeres de 25 a 54 años, siendo esta de 2 puntos porcentuales en ambos casos. En cambio, la brecha de género es significativamente más grande en el caso de las personas de 55 a 74, la proporción de hombres con estas habilidades supera en 11 puntos porcentuales a las de las mujeres. Por nivel educativo, es mayor la proporción de hombres con estas habilidades que las mujeres para todos los niveles educativos, siendo más acentuado en el caso de las mujeres de bajo nivel educativo, en el que la distancia es de 7 puntos porcentuales. Cabe reseñar que de 2015 a 2019 se ha reducido la distancia de género en 3 puntos porcentuales entre hombres y mujeres con estas habilidades digitales.

Indicadores de la Sociedad Digital por género (marzo 2020)

Respecto a los servicios de administración electrónica, 2019 es el primer año en el que la proporción de mujeres que se relacionan por Internet con las administraciones públicas para enviar formularios cumplimentados supera a la de los hombres. La distancia de género en este indicador se ha reducido paulatinamente en los últimos seis años, pasando de 3 puntos porcentuales en 2014 entre hombres y mujeres a 1 punto porcentual a favor de las mujeres en 2019.

En cuanto al capital humano, en España 13 de cada mil habitantes de 20 a 29 años eran mujeres graduadas en STEM (acrónimo en inglés de Science, Technology, Engineering y Mathematics) en 2016. Este valor es muy inferior a de los hombres, que se sitúa en los 30 hombres por cada 1000 habitantes de 20 a 29 años. También es ligeramente inferior a la media de los países de la UE28, una décima, posicionándose en el puesto 10 de las 26 economías europeas analizadas.

Este déficit de graduadas STEM entre las mujeres tiene su reflejo en la proporción de mujeres especialistas TIC en las empresas. En general, la proporción de empresas que utilizan especialistas TIC es baja.

En España, en 2019 este porcentaje es del 17% y en Europa del 20%. Aunque algo menos de la mitad de estas empresas (42%) emplean mujeres especialistas TIC, solo en un porcentaje muy pequeño (9%) al menos la mitad de los especialistas son mujeres (INE 2018). Otro aspecto que se analiza en el dosier es el empleo y las ocupaciones en el sector TIC, y de los Medios y Servicios Audiovisuales. En 2018, el 34,6% del personal ocupado en estos sectores eran mujeres, proporción ligeramente inferior a la que se produjo en 2017 (35,2%). Por sectores, tres de cada cuatro mujeres trabajan en el 1 Ultimo año con información disponible sector de servicios TIC.

Le sigue en importancia el sector de los Medios y Servicios Audiovisuales (20,8%) y el de Fabricación TIC (4,2%). En cuanto al tipo de ocupaciones que desempeñan las mujeres, la mitad de ellas (52,1%) se encuentran en la categoría de técnicos profesionales de nivel medio. Le siguen en importancia la categoría de resto (21,9%), la de apoyo (14,9%), y la de profesionales científicos e intelectuales (8,3%). Solo el 2,8% de las mujeres ocupan posiciones directivas.

Por categorías profesionales, la proporción de mujeres directivas es muy inferior a la de los hombres, el 6% frente al 94% de los hombres. Por sectores, en el sector de Fabricación TIC la proporción de mujeres es solo del 1,3%, y en la de servicios TIC es del 4,9%. Sin embargo, en el sector de los Medios y Servicios Audiovisuales esta proporción es mayor, de un 11,6%. Puede consultar todos los datos del del dosier de Indicadores de

Descágate el Dossier de La Sociedad Digital por género en el siguiente enlace. https://city50.distintiudegenere.cat/wp-content/uploads/2020/07/DossierIndicadoresSociedadDigitalGéneroMarzo2020_0.pdf


¿Cómo pueden los organismos de igualdad poner la igualdad entre mujeres y hombres en el centro de la respuesta al covid-19 en toda Europa?

Artículo escrito por Julia Konowrocka, Asistente de Política Comunicación en Equinet y Adeola Aderemi, Oficial de Comunicaciones Digitales y Medios en el Lobby Europeo de Mujeres.

En abril de 2020, el Lobby Europeo de Mujeres [1] (EWL) publicó un resumen de políticas , en el que arrojó luz sobre el tema crucial que ya no se puede ignorar: la pandemia COVID-19 está reforzando las desigualdades existentes en nuestra sociedad y el largo impactos a largo plazo de la crisis de salud afectarán desproporcionadamente a mujeres y niñas.

El resumen de políticas plantea cuestiones cruciales, que es importante abordar para garantizar que las mujeres no paguen el precio de la crisis de COVID-19. Utilizando un enfoque inclusivo para abordar las desigualdades basadas en el género y haciendo hincapié en las mujeres y las niñas que enfrentan múltiples formas de discriminación, por ejemplo, las mujeres racializadas, las mujeres y las niñas romaníes o las personas con discapacidad, analiza varias áreas donde tal discriminación puede ser amplificado durante esta crisis.

Los organismos nacionales de igualdad (NEB), por su parte, tienen el mandato de la legislación nacional y de la UE de promover la igualdad y luchar contra la discriminación en toda Europa. Se esfuerzan por garantizar que las medidas tomadas para enfrentar la crisis actual no discriminen a los grupos vulnerables en nuestra sociedad , y esto incluye promover la igualdad entre mujeres y hombres. Desde mediados de marzo, Equinet ha estado compilando todos los casos de discriminación que los NEB reciben y reaccionan a la luz de COVID-19. Los organismos de igualdad han denunciado casos relacionados con todas las formas de discriminación y violencia de género . Estos cubren una amplia gama de problemas. Por ejemplo, el Defensor Público de Georgia recibió un caso de acoso sexual por parte de un médico mientras estaba en cuarentena, mientras que elLa Comisión Nacional para la Promoción de la Igualdad en Malta señala la cantidad desproporcionada de trabajadoras de la salud que actualmente luchan en primera línea y, por lo tanto, están especialmente expuestas al COVID-19. Lo más visible es el aumento de la violencia doméstica , que se abordó en una publicación de blog anterior .

Si abordemos todos los desafíos de igualdad de género planteados por COVID-19, la extensión de esta publicación podría desalentar a muchos de nuestros lectores. Por lo tanto, hemos decidido centrarnos en solo dos cuestiones clave, las consecuencias de la crisis para el equilibrio entre el trabajo y la vida y para la igualdad y la independencia económica.

Equilibrio trabajo-vida

Los organismos de igualdad desempeñan un papel crucial en el seguimiento de la aplicación de la Directiva sobre el equilibrio entre la vida laboral y personal y, como tales, abordan la discriminación en el empleo basada en la maternidad, la paternidad o cualquier otra capacidad de atención . Esta Directiva es una herramienta importante en la legislación de la UE para garantizar que nadie pueda ser discriminado por su elección o necesidad de cuidar a los demás. Dados los estereotipos profundamente arraigados y las normas sociales, la implementación de esta Directiva es particularmente importante para las mujeres y puede tener una contribución tangible a su igualdad. Hay una necesidad urgente de invertir en atención para evitar el uso de mujeres migrantes como el estrado para lograr esta directiva.

Varios organismos de igualdad han denunciado casos de discriminación de género en el empleo, en relación con las responsabilidades de cuidado y, por lo tanto, de conformidad con la Directiva . La Oficina del Defensor del Pueblo croata informa sobre incidentes de empleadores que no permiten a las mujeres trabajar adecuadamente desde su hogar, obligándolas a tomar unas vacaciones obligatorias o perder su trabajo por completo. El Instituto Holandés de Derechos Humanosha informado sobre situaciones en las que a las madres solteras se les ha negado el acceso a las tiendas de comestibles con sus hijos debido a las restricciones de que una persona por hogar pueda ingresar, pero al mismo tiempo luchan por encontrar atención alternativa para ellas, ya que las instituciones de cuidado infantil están temporalmente cerradas. Como reflejo de experiencias y problemas similares, el Lobby Europeo de Mujeres destaca el tema de las mujeres que equilibran las responsabilidades de cuidado no remuneradas y no reconocidas de sus hijos y miembros de la familia con sus obligaciones profesionales, y señala que en la crisis actual , las medidas de distanciamiento social también afectan negativamente a las madres solteras. Para detener aún más la discriminación basada en el género, varios NEB han emitido declaraciones y han tomado medidas. La Comisión de Igualdad para Irlanda del Norte , por ejemplo, ha publicado un artículo sobre la protección de las empleadas embarazadas durante COVID-19, mientras que el Consejo para la Eliminación de la Discriminación étnica o racial en España aprobó un conjunto de recomendaciones de COVID-19 para evitar comportamientos discriminatorios, incluso contra mujeres o padres solteros.

Las medidas de bloqueo impuestas han brindado una oportunidad única para reflexionar sobre los roles de género y los estereotipos. Como la noción tradicional de un lugar de trabajo se ha trasladado para muchos de una oficina a su sala de estar, la división de tareas en un hogar podría cambiar. Las campañas en línea como #HeForSheAtHome han llevado a los hombres a dedicar más tiempo a las tareas domésticas y al cuidado de los niños. Las circunstancias actuales podrían hacer que los deberes de cuidado sean más equilibrados e iguales, enseñándonos una valiosa lección para el futuro, que hombres y mujeres pueden trabajar y que hombres y mujeres pueden compartir las tareas domésticas y las responsabilidades de cuidado por igual.

Igualdad salarial e independencia económica.

Las mujeres probablemente estarán más brutalmente expuestas a la crisis económica que desafortunadamente seguirá inevitablemente a la pandemia de COVID-19. Las medidas que abordan la salud y la crisis socioeconómica también deben incluir formas de abordar las desigualdades de género. Los organismos de igualdad pretenden garantizar, junto con EWL, que la presupuestación y la integración de la perspectiva de género, así como la nueva Estrategia de igualdad de género, se apliquen de manera adecuada y justa en todos los Estados miembros. Dichas acciones de los Estados miembros representan el mínimo indispensable si queremos evitar con éxito un impacto dispar de la crisis en las mujeres y, de manera más ambiciosa, utilizar esta crisis como una oportunidad para construir sociedades mejores y más equitativas.

Los organismos de igualdad tienen el mandato de combatir la discriminación de género en el empleo y, en particular, en la remuneración. El objetivo debe ser garantizar que se erradique la brecha salarial de género, se aborden los estereotipos y la discriminación en la vida laboral (incluida la elección de profesiones) y que la independencia económica de las mujeres pueda convertirse en una realidad. El Instituto Belga para la Igualdad de Mujeres y Hombres ha publicado recientemente dos folletos sobre el acceso no discriminatorio al empleo para mujeres y hombres, junto con su informe anual de brecha salarial de 2019. En Suecia, el Defensor de la igualdadha informado que el gobierno ha designado una Comisión para la Igualdad de Ingresos a fin de aumentar la igualdad económica entre mujeres y hombres. Es esencial implementar de manera más efectiva las disposiciones de «igual remuneración por trabajo de igual valor» en la legislación de igualdad de trato.

La pandemia de COVID-19 corre el riesgo de aumentar las desigualdades estructurales y las formas existentes de discriminación en nuestra sociedad. Sin embargo, los organismos de igualdad comparten la opinión del Lobby Europeo de Mujeres de que este momento global de crisis puede convertirse en una oportunidad para una mayor igualdad. Una lección sobre cómo refinar, rediseñar y renovar nuestra sociedad para servir a todos los humanos y al planeta. Como vigilantes de la igualdad, los NEB están monitoreando las medidas tomadas para enfrentar la pandemia de COVID-19 y los siguientes desafíos, para garantizar que no discriminen y que estén diseñados de una manera que conduzca a sociedades más igualitarias para el beneficio de todos.

Fuente: equineteurope


La igualdad de género es un derecho. La realización de este derecho es la mejor oportunidad que existe para afrontar algunos de los desafíos más urgentes de nuestro tiempo, desde la crisis económica y la falta de atención sanitaria hasta el cambio climático, la violencia contra las mujeres y la escalada de los conflictos.

Las mujeres no sólo se ven más seriamente afectadas por estos problemas, sino que tienen ideas y la capacidad de liderazgo para resolverlos. La discriminación de género, que sigue obstaculizando a las mujeres, es también un obstáculo para nuestro mundo.

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), aprobados por los dirigentes mundiales en 2015, propone una hoja de ruta para lograr progreso sostenible que no deje a nadie atrás.


Lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres forma parte integral de cada uno de los 17 ODS. Garantizar el respeto de los derechos de las mujeres y niñas por medio de todos estos objetivos es la única vía para obtener justicia, lograr la inclusión, conseguir economías que beneficien a todas las personas y cuidar nuestro medio ambiente, ahora y en las generaciones venideras.

En este paquete editorial se presenta el informe de referencia de ONU Mujeres para 2018, Transformar las promesas en acción: la igualdad de género en la Agenda 2030. Incluye información, historias, vídeos y publicaciones que ilustran la importancia que reviste la igualdad de género en cada uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, así como la forma en que estos influyen en la vida real de las mujeres y niñas de todo el mundo.

Las mujeres y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)


Nuevo Boletín Digital Forgender Seal

Forgender Seal pone a vuestra disposición una nueva herramienta digital de información y comunicación para promover la Igualdad de Género.

El Boletín Digital te mostrará como se avanza en las políticas municipales a favor de la igualdad, cuáles son los instrumentos y herramientas que lo permiten y qué son los liderazgos que lo impulsan.

¡Descárgalo!


Discusión electrónica sobre el liderazgo de las mujeres en la respuesta COVID-19

Las mujeres son las más afectadas por la actual pandemia de COVID-19. Más allá del efecto directo de la infección por el coronavirus, la salud y la seguridad de las mujeres están en mayor riesgo a medida que se informa una mayor prevalencia de violencia doméstica y abuso y se reducen los servicios de salud sexual y reproductiva. En este momento de crisis sin precedentes, las mujeres también enfrentan una mayor carga de atención y el consiguiente riesgo de enfermarse porque representan a la mayoría de los trabajadores y cuidadores de atención médica de primera línea en hogares y comunidades a nivel mundial. Todo esto se suma al impacto indirecto desproporcionado de la pandemia en los medios de vida de las mujeres en todas partes. Con la mayoría de las mujeres trabajando en la economía informal., a menudo carecen de seguro de salud y seguridad social, lo que los pone en mayor riesgo.

Si bien las mujeres representan el 70% de los trabajadores sanitarios del mundo y en general son más vulnerables en tiempos de crisis, solo representan el 25% de los legisladores y el 6% de los líderes estatales y gubernamentales. Las fuerzas de tareas de respuesta a emergencias en todo el mundo están dominadas mayoritariamente por hombres, como se ve, por ejemplo, en los Estados Unidos y el Reino Unido . Además, pocas mujeres son invitadas y citadas en los medios de comunicación para proporcionar experiencia en respuestas de socorro y recuperación.

La representación siempre es importante, especialmente en tiempos de crisis. Las formas en que respondemos a la pandemia y sus ramificaciones desafiarán a las instituciones democráticas de una manera sin precedentes si no se toman las medidas adecuadas. Con el aplazamiento de las elecciones o la anticipación de la votación remota, el cierre de los parlamentos o las deliberaciones en línea, y la reducción de los espacios tradicionales en los medios, las voces de las mujeres pueden silenciarse aún más a medida que los problemas de igualdad de género pasan a un segundo plano.

Para garantizar una respuesta óptima de socorro y recuperación sin comprometer la seguridad y los derechos de las mujeres, los gobiernos y los tomadores de decisiones en todos los sectores deben incluir una perspectiva de género en todas las decisiones. Las políticas sensibles al género que reconocen y responden a las necesidades de las mujeres beneficiarán no solo a las mujeres sino a la sociedad en general. Más que nunca, esta crisis ha demostrado que la seguridad y el bienestar de las personas están determinados por los tomadores de decisiones, tanto elegidos como no elegidos. Todos somos tan vulnerables como los más vulnerables entre nosotros.

Objetivo

Con casi dos millones de casos y más de cien mil muertes deploradas, hay mucho en juego para ignorar las voces de las mujeres y las perspectivas y recursos que aportan. Esta discusión electrónica crea conciencia sobre la falta de liderazgo y representación de las mujeres en la toma de decisiones de socorro y recuperación y sobre la importancia de incorporar respuestas sensibles al género durante y después de la crisis. Se invita a mujeres y hombres en política, activistas de la sociedad civil, profesionales e investigadores a unirse a esta discusión electrónica del 15 de abril al 8 de mayo de 2020. Las presentaciones contribuirán a la elaboración de una respuesta consolidada que aumentará la base de conocimiento disponible sobre el tema .

Preguntas

  1. ¿Se dispone de datos desagregados por sexo sobre los efectos de la pandemia? ¿Cómo ha respondido su gobierno nacional y local a las necesidades específicas de mujeres y niñas en su área?
  2. ¿Son visibles las mujeres líderes en su país / área? ¿Puedes compartir ejemplos de iniciativas exitosas de mujeres líderes para mitigar los impactos del coronavirus? ¿En qué sector están trabajando y qué contribuciones hicieron?
  3. ¿Qué pueden hacer los gobiernos, los parlamentos, la sociedad civil y los medios de comunicación para garantizar que las voces de las mujeres estén más incluidas?
  4. ¿Cuáles son los sectores y espacios no formales donde se toman decisiones clave y las voces de las mujeres deben ser reforzadas (por ejemplo, logística, cadenas de suministro, etc.)?

Contribuir

  1. Use la sección de comentarios a continuación.
  2. Envíe su contribución a  connect@iknowpolitics.org  para que podamos publicarla en su nombre.

La pandemia de COVID-19 está causando innumerables sufrimientos humanos y es probable que aumente las desigualdades de género en todo el mundo.

A medida que la actividad económica se detiene, las mujeres que enfrentan desventajas en el acceso al trabajo decente serán las más afectadas.

Además, las pandemias de salud pueden dificultar que las mujeres y las niñas reciban tratamiento y atención médica. 

También existe una creciente preocupación de que la violencia contra las mujeres y las niñas se intensifique a medida que las mujeres con parejas violentas se encuentren aisladas de las personas y los recursos que pueden ayudarlas.

ONU Mujeres ha seguido de cerca la respuesta política y económica a COVID-19 y cómo está impactando a las mujeres y las niñas. Estamos trabajando con socios para cerrar la brecha de datos de género y ofrecer una imagen más precisa de la dimensión de género a la respuesta para que pueda ser más efectiva para las mujeres y las niñas. A medida que se produzcan y desglosen más datos de género, los pondremos a disposición aquí.

Nuestro trabajo es apoyar a los gobiernos para que defiendan los derechos de las mujeres y las niñas, algo que es aún más urgente en tiempos de crisis.

Datos emergentes por sexo y edad.

El virus no discrimina. Para responder con eficacia a la crisis, necesitamos un enfoque de toda la sociedad para comprender su impacto diferencial en mujeres y hombres. Apoyar el análisis de género y los datos desagregados por sexo es una parte integral de una fuerte respuesta COVID-19.

COVID-19: Datos de casos desagregados por sexo (análisis provisional)

 

Conozca los 29 indicadores para una respuesta basada en datos. Lea todo el informe

 


«El análisis de género puede mejorar la respuesta a los brotes de enfermedades»

Informe elaborado por Lenka Filipová, Renata H. Dalaqua y James Revill para  UNIDIR,

En COVID-19, el mundo enfrenta su mayor crisis global en décadas. El género puede no estar a la vanguardia de las mentes de las personas, pero no debe ignorarse. Las pandemias no son neutrales al género y las respuestas informadas por el género pueden mejorar la forma en que se abordan los brotes de enfermedades infecciosas.

Las medidas implementadas para combatir el COVID-19 en muchas partes del mundo no tienen precedentes. Incluyen el cierre de escuelas, instalaciones de cuidado infantil y negocios, restricciones de viaje, autoaislamiento y cuarentena en muchos estados. Estas acciones afectarán a mujeres y hombres, niñas y niños, de manera diferente 1 . Los gobiernos deberían tener en cuenta estas diferencias en sus estrategias de respuesta, incluidos los mensajes públicos y los protocolos de informes. Esto podría ayudar a aumentar la resiliencia y ayudar a la recuperación de la pandemia.

En un informe de investigación de 2019 2 , argumentamos que la aplicación de una lente de género a las amenazas de bioseguridad puede contribuir a la preparación de los Estados y a la rápida recuperación de incidentes biológicos. Nuestro documento se centró en los impactos de género de las armas biológicas, y no hay evidencia creíble que sugiera que COVID-19 es un arma biológica. Sin embargo, como parte del estudio, analizamos el pasado del Ébola, el SARS y otros brotes de enfermedades naturales para comprender mejor sus impactos de género. A medida que lidiamos con la propagación de COVID-19, vale la pena revisar esos hallazgos de investigación.

Comprender cómo las normas de género estructuran las sociedades puede ayudar a descubrir diferentes patrones de exposición entre hombres y mujeres, niños y niñas. Por ejemplo, en muchas partes del mundo, las mujeres operan como las principales cuidadoras tanto en entornos domésticos como profesionales, donde las mujeres representan más del 80 por ciento de la fuerza laboral global de enfermería y partería. Esto puede dejar a las mujeres en mayor riesgo de exposición a los patógenos. Esto fue evidente durante el brote de ébola 2014-2016 en África occidental. En muchos casos, las mujeres eran las principales responsables del cuidado de los enfermos y de realizar prácticas funerarias. Esta tendencia, en parte, explica el número desproporcionado de casos de ébola en mujeres en países como Guinea 3 y Liberia 4 .

El acceso desigual a la información 5 puede agravar las diferencias de género en los patrones de exposición. La investigación sobre el ébola sugiere que, en algunas culturas, las diferencias en las oportunidades de educación formal 6 se encontraban entre las causas de la propagación de la enfermedad mortal. También se excluyó a las mujeres de las reuniones 7 en las que se consideraron las respuestas al ébola. Esto puede crear una situación en la que a las personas con mayor riesgo de exposición a enfermedades infecciosas se les niega el acceso a información crítica sobre buenas prácticas para minimizar el riesgo de infección. Abordar este desafío requiere considerar factores culturales, específicamente cómo superar las barreras de comunicación de género para transmitir los mensajes de salud a los actores clave, como los cuidadores primarios.

Nuestros hallazgos están respaldados por una investigación más amplia que destaca los patrones de compromiso de género con el cuidado de la salud 8 en diferentes culturas. Varios factores afectan la participación en el cuidado de la salud, como la distribución del poder y los recursos en los diferentes niveles de la sociedad. El estigma percibido de tener una enfermedad es otro factor subestimado, y algo que también tiene género en ciertas sociedades. Por ejemplo, con la tuberculosis «[e] videncia del sur de Asia, África y Vietnam sugiere que el potencial de estigmatización afecta más a la búsqueda de ayuda de las mujeres que a los hombres 9 y está relacionado con el temor al contagio y al aislamiento social». Como demuestran los artículos recientes sobre COVID-19, el miedo a la estigmatización puede disuadir a las personas de buscar asistencia médica 10 y reportar casos de infección. A su vez, esto puede afectar las estrategias de monitoreo y respuesta. Como tal, deben considerarse los medios para contrarrestar y minimizar el estigma, particularmente a través de mensajes de salud pública.

Los brotes de enfermedades pueden tener graves efectos psicológicos. COVID-19 no será la excepción. Por ejemplo, un estudio sobre el Ébola informó «profundas implicaciones psicosociales a nivel individual, comunitario e internacional 11 «. La investigación sobre el impacto a largo plazo del brote del síndrome respiratorio del Medio Oriente (MERS), que es de la misma familia de coronavirus que COVID-19 y SARS, sugirió que los sobrevivientes de MERS tienen una alta probabilidad de consecuencias psiquiátricas adversas, incluso después de su recuperación. De hecho, casi dos tercios de los sobrevivientes sufrieron problemas psiquiátricos significativos 12, incluidos síntomas postraumáticos, problemas de sueño, ansiedad y depresión. El trastorno de estrés postraumático (TEPT) afecta a mujeres y hombres, niños y niñas, pero no necesariamente por igual. Responder a las diferencias de género en el estilo de afrontamiento 13 podría, por lo tanto, ayudar a la recuperación social a largo plazo.

A medida que los países luchan por abordar COVID-19, será importante desarrollar estrategias que consideren el género e incorporen las voces de las mujeres que a menudo están en la primera línea de las respuestas locales y nacionales. Debería hacerse evidente que el análisis de género no es un lujo, incluso en una emergencia. Puede ayudarnos a hacer las preguntas correctas y a centrarnos en los problemas correctos para reducir la propagación de la enfermedad, tratar a las personas de manera adecuada y recuperarse rápidamente.

La aplicación de una lente de género a las emergencias de salud pública implicaría abordar preguntas, tales como:

  • ¿Cuáles son las diferentes necesidades y prioridades de mujeres y hombres en el contexto de la política propuesta?
  • ¿Qué roles desempeñan las mujeres y los hombres en el contexto de la política?
  • ¿A qué recursos (económicos, financieros, físicos, naturales, otros activos) e información tienen acceso las mujeres y los hombres?
  • ¿Existen desigualdades de género existentes que pueden ser exacerbadas por la política propuesta?
  • ¿Las mujeres y los hombres tienen igual acceso e influencia sobre el desarrollo de políticas y la toma de decisiones?
  • ¿Los servicios y tecnologías que ofrece la política están disponibles y accesibles tanto para mujeres como para hombres?
  • ¿Los protocolos de seguimiento abordan las necesidades de grupos específicos (por ejemplo, familias con niños, personas con discapacidades, ancianos)?
  • ¿Existen sistemas para recopilar, rastrear y publicar datos y estadísticas relevantes desglosados ​​por sexo?

Más allá de la incorporación de la perspectiva de género en los sistemas de salud pública, los gobiernos también deberían apoyar la investigación sobre los impactos diferenciados de la enfermedad entre mujeres, hombres, niños y niñas. Hasta ahora, las perspectivas de género han estado ausentes en gran medida de la investigación sobre brotes de enfermedades. Por ejemplo, una revisión de más de 600 artículos académicos publicados sobre la epidemia del virus del Zika entre enero de 2015 y mayo de 2016 encontró que solo un artículo incluía el término género entre sus palabras clave 14 . Mejorar la recopilación de datos y fomentar la investigación científica sobre las dimensiones de género de los brotes nos permitirá visibilizar las necesidades y realidades de mujeres y hombres y servirá de base para políticas de salud sensibles al género.

Los autores agradecen al Dr. John Borrie y a la Dra. Renata Dwan por sus reflexivos comentarios y sugerencias.

Notas Al Pie:

[1] Lewis, Helen. «El coronavirus es un desastre para el feminismo». The Atlantic: 19 de marzo de 2020.  https://www.theatlantic.com/international/archive/2020/03/feminism-womens-rights-coronavirus-covid19/608302/

[2]  Dalaqua, Renata Hessmann, James Revill, Alastair Hay, Nancy Connell. «Eslabones perdidos: comprender los impactos de las armas químicas y biológicas relacionadas con el sexo y el género». 2019. Ginebra, Suiza: UNIDIR. https://unidir.org/publication/missing-links-understanding-sex-and-gender-related-impacts-chemical-and-biological

[3] Organización Mundial de la Salud. «Barreras para la contención rápida del brote de ébola: evaluación de la situación del ébola». 11 de agosto de 2014.  https://www.who.int/csr/disease/ebola/overview-august-2014/en/

[4] Akanni, Tooni. «Enfrentando el ébola en Liberia: las realidades de género». Democracia abierta 20 de octubre de 2014.  https://www.opendemocracy.net/en/5050/confronting-ebola-in-liberia-gendered-realities-0/

[5] Peters, Melissa Minor. «Percepciones comunitarias de los esfuerzos de respuesta al ébola en Liberia: condados de Montserrado y Nimba». 18 de diciembre de 2014.  http://www.ebola-anthropology.net/wp-content/uploads/2015/02/Oxfam-MMinorPeters-Liberia-Anthro-report_Dec2014.pdf

[6] Ibíd.

[7] ibid

[8] Thompson, AE, Anisimowicz, Y., Miedema, B. y col. «La influencia del género y otras características del paciente en el comportamiento de búsqueda de atención médica: un estudio QUALICOPC». BMC Fam Pract 17, 38 (2016). https://doi.org/10.1186/s12875-016-0440-0

[9] Jones WK, Weil D, Coreil J, Shoush B. «Estigma: lecciones de las mujeres». Centros para el Control y Prevención de Enfermedades: Volumen 10, Número 11; Noviembre de 2004.  https://wwwnc.cdc.gov/eid/article/10/11/04-0624_07_article

[10] Williamson, Elizabeth y Kristin Hussey. «Party Zero: cómo una velada en Connecticut se convirtió en un ‘Super Spreader'». The New York Times: 23 de marzo de 2020.  https://www.nytimes.com/2020/03/23/us/coronavirus-westport-connecticut- party-zero.html

[11] Van Bortel, Tine, Anoma Basnayake, et al. «Efectos psicosociales de un brote de ébola a nivel individual, comunitario e internacional». Boletín de la Organización Mundial de la Salud, 2016.  https://doi.org/10.2471/BLT.15.158543

[12] Shin J, Park HY, Kim JL, Lee JJ, Lee H, Lee SH, Shin HS. Morbilidad psiquiátrica de los sobrevivientes un año después del brote del síndrome respiratorio de Medio Oriente en Corea, 2015. J Korean Neuropsychiatr Assoc. 2019 agosto; 58 (3): 245-251. https://doi.org/10.4306/jknpa.2019.58.3.245

[13] O’Leary A, Jalloh MF, Neria Y Miedo y cultura: contextualizando el impacto en la salud mental de la epidemia de ébola 2014-2016 en África occidental BMJ Global Health 2018; 3: e000924.  https://doi.org/10.1136/bmjgh-2018-000924

[14] Davies, Sarah E. y Belinda Bennett. «Un análisis de género de los derechos humanos de Ébola y Zika: ubicando el género en emergencias de salud globales». Asuntos Internacionales 92: 5, 2016.  https://www.chathamhouse.org/sites/default/files/publications/ia/inta92-5-01-daviesbennett.pdf